“Joker: Folie á Deux” no es lo que los fans de Joker estaban esperando. Sí, es una secuela. Sí, continúa con los eventos de la primera, pero lo hace tomando un camino inesperado y presentando un final que parece cambiar todo lo que pensábamos que nos estaba diciendo.

Dirigida nuevamente por Todd Phillips, “Joker 2” también nos está hablando sobre la salud mental, el trauma y las maneras oscuras en las que esto se puede manifestar. Joaquin Phoenix vuelve como Arthur Fleck y nos lleva a Arkham, donde se encuentra encerrado en espera de su juicio.

Y es que hay que recordar que, en la primera entrega, este personaje asesinó a una persona en televisión en vivo, a otras cinco más fuera del aire y desató una ola de crímenes y caos en Gotham.

Es ahí donde Arthur conoce a Harley Quinn, interpretada por Lady Gaga, quien se convierte en un catalizador para que el hombre roto, medicado y sometido se convierta nuevamente en el payaso criminal, en ese alter ego colorido, salvaje y brutal que es capaz de todo y no se deja pisotear por nadie.

Esta secuela apuesta por lo musical, como referencia a que Arthur finalmente logra escuchar “la música que lleva dentro”, pero también como un medio para explorar sus fantasías y para seguirlo a través del viaje que realiza a lo largo de esta historia.

“Joker: Folie á Deux” (que es clasificación R) funciona y tiene cosas muy buenas y muy poderosas, pero también algunos detalles que seguramente van a generar dudas y que no le van a encantar a muchos, en especial entre los fanáticos que creían saber hacia dónde estaba avanzando esta historia.

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